El arco compuesto más antiguo que se conoce viene de Asia Occidental, y tiene 5.000 años.  En la tumba el Faraón Tutankamón se encontraron 32 arcos compuestos, 14 de madera -de una pieza- y 430 flechas, fabricados hace 3.300 años.

Luego de tomar diversas formas en distintos lugares, alcanzó su mayor perfección en Turquía en el siglo XVII. Acortado a 1,11 m tenía una tensión mayor de 4,5 Kg.

Las siguientes son algunas formas de arco más antiguas:

Arco Turco

Arco húngaro

Arco persa

Arco mongol

Arco coreano

Arco yumi

Arco recurvado

Sim embargo, con el tiempo, las armas de fuego desplazaron al arco y la arquería se convirtió en deporte.  El arco convertido en un deporte, como todo los deportes hace hoy uso de la tecnología de avanzada.

El arco moderno de competencias es compuesto de dos resortes de polímero (fibra de carbono y otros compuestos) con poleas en los extremos, cuerda de dacrón y empuñadura de aluminio, forman el marco que tienen ademas de una mira y contrapeso para estabilizar el pulso.  Capaz de propulsar una flecha hueca, de aluminio y polímero a 500 Km por hora, lanza una flecha de menos de 20 gr a 1.600 m  de distancia.

Arco de polea

La afición a este deporte es mucho mayor de lo que hubiera sospechado; anuelmente se venden más de 25.000.000 millones de arcos, con precios que van desde un par de cientos hasta casi 2.000 dólares.  Desgraciadamente el arco no ha dejado de ser del todo una arma.  Un número de arqueros aficionados de los EE.UU. -que suman varios millones- tienen licencia para matar animales, cosa que hacen con diabólica dedicación.

Probablemente uno de los deportes más antiguos del mundo, el del arco y flecha, es hoy una disciplina olímpica, en la que destaca los coreanos, aunque provisto de la mas sofisticada tecnologia.  Para disparar flechas con un arco, nos basamos en los mismos principios de la trayectoria, el efecto del viento y la complicada física que acompañan esta actividad.  Todo esto, ha sido formulado matemáticamente por físicos de los Laboratorios Bell e Ingenieros Mecánicos de los EE.UU.  y sus diseños "ideales" favorecen el arco compuesto ancho y plano, que es el que usan los deportistas de hoy.